martes, 5 de octubre de 2010

EL DECISIONISMO,EL CALVINISMO Y LA APOSTASIA

¡EL DECISIONISMO, EL CALVINISMO Y LA APOSTASÍA DE HOY!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 26 de Septiembre de 2010

“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía…” (II Tesalonicenses 2:3).

El Apóstol Pablo nos dice que dos cosas sucederán antes de que la gran tribulación y el terrible Día del Señor vengan (1) “sin que antes venga la apostasía”, y (2) “se manifieste el hombre de pecado”. El Dr. McGee dijo: “Primero, la iglesia organizada se apartará de la fe – eso es lo que llamamos la apostasía” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo V, p. 412; nota sobre II Tesalonicenses 2:2). La apostasía de las iglesias viene primero, y luego “el hombre de pecado” se revela. La palabra “apostasía” significa “partir de la fe”, un partir de la fe revelado en la Biblia.

Cualquiera que sea tu punto de vista escatológico, debes estar de acuerdo, si conoces la historia de la iglesia, que ahora vivimos en el medio de la mayor apostasía de los últimos dos mil años. Ahora, para mí lo de mayor interés para nosotros hoy día debería ser aquellas palabras en el texto, “sin que antes venga la apostasía”.

“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía… (II Tesalonicenses 2:3).

“Antes venga la apostasía”. El Dr. W. A. Criswell señalaba que esas palabras Griegas traducidas “caída” [en Inglés] son “hē apostasía” – “la apostasía”. El Dr. Criswell dijo: “El uso del articulo [hē] indica que Pablo tiene en mente una apostasia especifica” – hē apostasía – la apostasía (W. A. Criswell, Ph.D., The Criswell Study Bible, Thomas Nelson Publishers, 1979, p. 1409; nota de II Tesalonicenses 2:3). El Dr. Criswell dijo: “el uso del articulo [hē – “la” en Español] indica que Pablo tiene en mente una apostasía especifica. La implicación es que antes del ‘día del Señor’ ocurrirá una caída notable de los creyentes profesantes” (ibid.).

Entonces, ¿cuando comenzó la apostasía? ¿Cuándo comenzó esta “apostasía especifica”? Después de estudiar este tema por más de veinticinco años, me he vuelto más convencido de que la apostasía de hoy no apareció de repente. La apostasía de hoy tuvo un principio y crecimiento en la historia. La apostasía de hoy comenzó con el teólogo Alemán Johann Semler (1725-1791), el crítico de la Biblia que enseñaba que “Hay mucho en la Biblia que no es inspirado” (J. D. Douglas, editor, Who’s Who in Christian History, Tyndale House Publishers, 1992, p. 619). El criticismo de la Biblia aumentó tan rápidamente que para 1887 C. H. Spurgeon dijo: “La iglesia está siendo enterrada en los baños hirvientes de la herejía moderna” (C. H. Spurgeon, The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, reimpreso en 1974, tomo XXXIII, p. 374). La “Controversia del Degrado” [“Downgrade Controversy,”] que Spurgeon luchó valientemente, era el principio de la batalla entre los críticos de la Biblia y los creyentes de la Biblia, que se conoce como la controversia Fundamentalista/Modernista, que hizo estragos en 1887, y sigue hasta el día de hoy. Ese es el primer componente que lleva a la apostasía de hoy – el criticismo de la Biblia.

Pero hay un segundo elemento que llevó a la apostasía de hoy. Al principio del siglo diecinueve dos hombres desafiaron las enseñanzas fundacionales de la Reformación. Eran Nathaniel Taylor (1786-1858) y Charles G. Finney (1792-1875). Taylor fue el primer maestro de teología en la Universidad Yale. Asignado a esa posición en 1822, Taylor permaneció como teólogo principal en Yale por el resto de su vida. Los puntos de vista de Taylor sobre la libertad de la voluntad causaron “tal controversia que otros [señores] ortodoxos partieron de Yale e hicieron un seminario rival en Hartford en 1834” – donde el oponente de Finney, el Dr. Asahel Nettleton enseñaba frecuentemente (Douglas, ibid. p. 661).

Fortalecido por la teología de Taylor, Charles G. Finney comenzó a atacar las vistas de la Reformación sobre la depravación del hombre, y la salvación por gracia sola. Finney introdujo “nuevas metodos” a sus reuniones evangelisticas, animando a la gente a hacer “decisiones”. En vez de depender solamente en la gracia de Dios para convertirlos, Finney le dijo a la gente que “se hicieran así mismos un nuevo corazón” con una decisión por Cristo. Finney guió el camino para que decenas de miles de gente hicieran “decisiones” – y consideraran sus acciones físicas prueba de que eran salvos. Esto llevó a millones de personas inconversas a unirse a las iglesias, y a miles de ministros inconversos, que fueron rápidamente atraídos al criticismo Alemán de la Biblia. Así el “decisionismo” ha sido la mayor causa de la apostasía de hoy – produciendo tanto ministros no conversos como miembros de iglesia no conversos por millones.

“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía…” (II Tesalonicenses 2:3).

Hemos visto “la apostasía” causada por el “decisionismo” crecer a un gran movimiento que ha lisiado y destruido a una denominación tras otra, moviéndose como maremoto a través de las iglesias, dejando destrucción y ruinas tras él. Hemos visto los métodos decisionistas que crecen fuera de las “nuevas metodos” de Finney que se propagan en todo el mundo, como en Rusia, Polonia, Francia, Asia y otros lugares, gente que nunca habían oído hablar de Finney, ahora creen que pueden ser salvos por “pasar al frente” o decir la “oración del pecador”. Así el “decisionismo” es ahora un gran error mundial – la mayor amenaza a la Cristiandad verdadera en nuestro tiempo.

Los Bautistas “Antiguos” y los Presbiterianos se opusieron a las “nuevas medidas” del decisionismo de Finney por cinco razones:

1. Porque ellos confundieron el acto exterior de pasar al frente o decir una oración, con el nuevo nacimiento. La “nueva medida” de Finney enseñó que una persona no convertida podía hacer ciertos actos que la ayudaría a hacerse Cristiana. Pero bajo “los viejos metodos” de predicación se esperaba que la convicción de pecado hiciera que los perdidos vieran su necesidad de Dios para cambiar el mero centro de su ser – una obra de nueva creación, asegurando una nueva vida. Sin una nueva vida en Cristo, los antiguos predicadores mantuvieron que ninguna conversión había ocurrido.

2. Porque la nueva enseñanza de Finney popularizó la peligrosa visión de una conversión superficial, que venía de una visión superficial del pecado. Respondiendo a Finney, el Dr. Charles Hodge dijo: “Ninguna doctrina más destructora del alma podría concebirse que la doctrina de que los pecadores pueden...arrepentirse y creer en el momento que ellos quieran” – ¡en cualquier momento y en cualquier lugar!

3. Porque a las personas se les dijo que eran salvas si pasaban al frente o si decían la oración del pecador. Así, se les dio una falsa seguridad de la salvación.

4. Porque poniendo el énfasis en el hombre “haciendo una decisión” – en vez de experimentar un cambio de vida – permitió a millones de personas no convertidas a hacerse miembros de iglesia.

5. Porque ellos creyeron, como John Elias dijo en 1828, que los “…resultados de los principios erróneos de [Finney] visitarán las iglesias arruinadas de nuestra tierra”. (Traducción condenzada de “Why the Old School Opposed Finney” por Iain H. Murray en Pentecost Today? The Biblical Basis for Understanding Revival, The Banner of Truth Trust, 1998, pp. 49-53.)

Pero los líderes antiguos fueron incapaces de detener el “decisionismo”. Los métodos y las creencias del “decisionismo” se extendieron rápidamente a través de las iglesias porque parecía mucho más fácil hacer que la gente hiciera una superficial “decisión por Cristo” que tener que pasar por una minuciosa conversión, como todas las iglesias lo habían hecho antes de Finney. Antes de Finney, los conversos eran puestos a prueba por seis meses o más antes de poder hacer “una profesión pública de fe” (traducción de Iain H. Murray, Revival and Revivalism: The Making and Marring of American Evangelicalism, The Banner of Truth Trust, 1994, p. 369). En 1833 Jacob Knapp un discípulo de Finney, introdujo el “bautismo instantáneo” por primera vez en las iglesias Bautistas (Revivalism, ibid., p. 313). Knapp dijo: “El hermano Everts y yo bautizamos noventa y seis en un día; y la obra continuó durante diez semanas” (Revivalism, ibid., p. 314). Por lo tanto, Jacob Knapp bautizo cerca de 900 personas en diez semanas. Casi todos ellos se alejaron en poco tiempo. Fue en ese momento que estos falsos conversos comenzaron a ser llamados “Cristianos carnales”. La verdad es que eran “falsos hermanos” (II Corintios 11:26), ¡no verdaderos Cristianos en lo más mínimo! ¡El decisionismo creció tan rápidamente que por la década de 1920 Billy Sunday proclamaba que todos los que vinieron y le estrecharon la mano al final de sus sermones fueron salvos!

Nadie parecía darse cuenta de que la aceptación de miles de personas en la base de una “decisión” estaba matando las iglesias. Los Congregacionalistas se marchitaron y murieron, seguidos rápidamente por los Metodistas, después los Presbiterianos – y por último, los Bautistas y otros. Apoyados por todos los medios posibles, incluso los Bautistas del Sur finalmente comenzaron a declinar en números en el 2007. Jim Elliff, un asesor de los Bautistas del Sur, dijo que “...casi el 90% de los miembros de la iglesia Bautista del Sur parecen ser solamente poco diferentes a los ‘Cristianos culturales’ que se congregan en las denominaciones principales. Aunque estas personas hayan ‘hecho una oración’ y ‘pasado al frente’, y se les ha dicho que son Cristianos, las cosas viejas en realidad no han pasado, y cosas nuevas no han venido. No son nuevas criaturas en Cristo, 2 Cor. 5:17. En demasiados casos señales evidentes de un corazón no regenerado [no convertido] se pueden encontrar…Estos son ‘creyentes que profesan’, los cuales la Biblia dice que son engañados” (traducción de Jim Elliff, Southern Baptist Consultant for the Midwestern Center for Biblical Revival, Midwestern Baptist Theological Seminary, Founder’s Journal website, Febrero 7, 1999).

En una loca carrera para detener la ruptura y salvar las iglesias, muchos predicadores de todas las tendencias se han vuelto a diversos métodos – de usar buses, a impulsar propósitos, a iglesias emergentes. Sin embargo las iglesias, en general, se vuelven más y más débiles cada año. Cuando hablo del “decisionismo” la mayoría de los pastores dicen que no lo practican. Pero sí lo hacen. Un pastor, quien dice que no es un decisionista, convenció a doce personas a dejar la iglesia de mi amigo. Él bautizó los 12 de ellos la primera vez que “pasaron al frente”. ¡Aunque él no lo admita, este pastor es un completo decisionista de la peor clase! Pero, al final, “robar ovejas” sólo empeora el problema, ya que añade más y más gente no convertida a las iglesias.

Muchos ahora se están volteando al Calvinismo, pensando que la doctrina Reformada es la respuesta. Esto para mí solo es otra novedad. No ha sido bendecido con una cantidad significativa de verdaderas conversiones. No ha sido acompañado por ningún avivamiento. Me parece a mí que en gran medida están enseñando teología Reformada a gente no convertida, que van a sus iglesias a llenarse los oídos intelectualmente. El Dr. Martyn Lloyd-Jones llamó esto “Calvinismo muerto”. Él dijo: “Si tu Calvinismo parece que está muerto no es Calvinismo, es una filosofía. Es una filosofía usando términos Calvinistas, es un intelectualismo, y no es Calvinismo verdadero” (traducción de The Puritans: Their Origins and Successors, The Banner of Truth Trust, 1987, p. 211).

En realidad, la mayoría del Calvinismo moderno que he visto (o leído) presenta otra forma de “decisionismo”. ¡En lugar de hacer la decisión de “pasar al frente”, en la parte principal del Calvinismo de hoy te dicen hacer la decisión de cambiar tu teología! Es una decisión mental, pero es decisionismo tanto humano como pasar al frente en una reunión evangelística. En vez de decidir ir al frente, ahora decide creer las doctrinas Calvinistas. Él es supuestamente salvo por una decisión mental en vez de una física. ¡Sigue siendo salvación basada en decisiones humanas! Pero nadie se salva por decisiones de cualquier tipo – ya sea físicamente pasar al frente o mentalmente seguir creer una doctrina. ¡No! ¡No! ¡La salvación no viene jamás por ningún tipo de decisión del hombre!

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, [físicas o mentales] para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

¡La verdadera conversión viene cuando el Espíritu de Dios te hace sentir como un miserable, perdido y ciego! La verdadera conversión viene cuando el Espíritu de Dios le enseña a tu corazón a temer la ira y el juicio por tu pecado. Sólo entonces los pecadores totalmente depravados serán atraídos a Cristo, lavados del pecado por Su Sangre, y salvados por Su resurrección y Su vida. ¡Eso es lo que John Newton dijo, y yo estoy de acuerdo con él! ¡Cánta el himno número ocho en tu cancionero! Piensa en las palabras de la canción!

¡Sublime gracia! Que salvó,
¡Tan vil ser como yo!
Fui ciego más hoy miro yo,
Perdido y Él me halló.

Su gracia me enseñó a temer,
Mis dudas ahuyentó;
Oh cuan preciosa gracia hallé
¡Cuando mi alma creyó!

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