lunes, 18 de abril de 2011
EVANGELIO LIGHT
“.que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido”Hebreos 5:12
Esta Palabra tiene que haber caído mal a mas de algún hermano de aquella época. Su contenido categórico y directo, es lo que a veces necesitamos para remecer nuestros espíritus apagados y famélicos.
Estamos en un período en que escasea la Palabra de Dios. Es como en los tiempos de Samuel (1 Samuel 3:1). ¿Es que hemos despreciado el alimento sólido para quedarnos por años bebiendo leche?
En la actualidad, la profundidad y contundente Palabra de Dios, que nutre, que fortalece y que forma baluartes de la verdad, ha sido rebajada a un mensaje liviano, lisonjero y tolerante. Es la moda de lo DIET o LIGTH.
Ahora la iglesia “cuida su figura” le importa la opinión de los hombres y del “Cesar”. Es necesario mantener la “Línea”, la cosmética y no apartarse de la moda vanguardista del mundo.
Hoy no es bueno el alimento sólido y nutritivo, lo que importa ahora es algo livianito que no caiga pesado. No conviene hablar mucho del pecado y del juicio porque atenta contra el autoestima. No hablemos del Dios que es fuego consumidor, mejor hablemos de amor, de unidad y endulcemos la labor evangelística; la idea es que la gente no huya....
La mayoría de los sermones de la actualidad solo tienen palabras de ofertas mas que de demanda, y todo, para satisfacer el comezón de oír de aquella multitud que solo desea bendiciones, multiplicación y bienestar. “pare de sufrir” dice por ahí una secta...
Hoy hablar de la venida del Señor con intensidad y denuedo, para algunos es solo parte de una mentalidad escapista. El hablar del juicio de Dios, para otros es solo parte del pesimismo.
No hay duda. La iglesia ha comprometido su mensaje porque más le importa su estética que ser fiel a la palabra de Dios. De ahí que observamos una escasa base doctrinal y pilares decrépitos que al mas mínimo viento de engaño, se derrumba el edificio.
Amados hermanos, es tiempo del evangelio LIGTH y del cutis sensible; ya la mayoría no desea oír palabras agudas, categóricas o incisivas.
Todo es dietético, es liviano y pasado por el cedazo. Los locales de reunión se asemejan a un gimnasio en donde la gente hace ejercicio, se para, se sienta, brinca y aplaude, pero el estudio de la Biblia, viene a ser un plato de legumbres muy pesado para el deportista.
Dios nos ayude a no claudicar en medio de este mar de “dietas” bíblicas que esta formando gente estilizada y de buen parecer, pero eliminando lo nutritivo y necesario para nuestro crecimiento en Cristo.
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